14/11/07

Argentina actual

“Especialistas de distintas áreas, consultados sobre la incidencia del genero en el rendimiento educativo, coincidieron en que ningún estudio demostró la superioridad intelectual de las mujeres sobre los hombres o viceversa. En cambio, se admite la existencia de factores culturales cuando se habla de las posibles causas del mejor rendimiento de las mujeres.
En las carreras de bioquímica y farmacia, el 74,7% de los egresados son mujeres. El porcentaje es del 72,2% en estadística; 73,5% en matemática, y 81,4% en sociología y antropología. Y en carreras como letras y psicología supera el 86%.
Esta realidad se esta estudiando en el mundo. El informe del programa internacional de evaluación de estudiantes(PISA, según sus siglas en ingles) Del año 2000, en el que participo la Argentina, mostró como tendencia general que las mujeres son mejores en competencia lectora, mientras que los varones tienen mejor rendimiento en matemática.
En la Universidad Nacional de Tucumán, con 93 años de trayectoria, en 1996 el porcentaje de inscriptas alcanzo el 56,8%. Este año las mujeres fueron mayoría en ocho facultades; ahora los son en nueve.
En 2005, de quienes egresaron de la carrera de grado de la UNT, el 61,1% fueron mujeres, y el 38,9% varones. En postgrado, en 2005, la tendencia se repitió. Sobre 99 egresados, hubo 65 mujeres y 34 varones. Y, según los datos, las facultades mas “femeninas” de la UNT son bioquímica, química y farmacia; filosofía y letras; medicina y derecho y ciencias económicas. El camino es arduo, las mujeres ya han recorrido un largo trecho, pero falta.
Falta, que mas allá de las cifras se reconozcan los esfuerzos cotidianos y domésticos, que los roles se equiparen en la casa, porque, lamentablemente, que se tengan que conmemorar el día de la mujer, nos está dando la pauta que no estuvimos, ni estamos en igualdad de condiciones.”
La Nación, 12 de marzo de 2006

Argentina alcanzo gran parte de las metas del milenio fijadas para el 2015 por naciones unidas, aunque falta avanzar en la lucha contra la violencia, en la libertad de ejercer con plenitud el derecho a elegir ser madre o no y en que momento, y en la eliminación de la discriminación laboral y económica.
Los principales indicadores del progreso de la mujer en la Argentina se dan en la educación: su participación en la enseñanza básica viene alcanzado desde 2000 cifras superiores a la de los varones.
En el nivel terciario y universitario su matricula también supera a la masculina; sin embargo, su ubicación en cargos directivos de enseñanza es baja: en 2005 había seis mujeres al frente de rectorados públicos sobre un total de 38 y solo una en 41 universidades privadas. También asumió primera rectora mujer en la Universidad nacional de Córdoba.
Pero en salud, los avances son enormes: existe una ley de salud reproductiva y procreación responsable. Ley de educación sexual, y un proyecto con media sanción modificatorio del código penal para incluir el delito de acoso sexual.
Hospitales públicos proveen gratuitamente preservativos, píldoras anticonceptivas, DIU, y también la píldora del día después. En la economía la taza de actividad femenina tuvo un ascenso sostenido en la ultima década: paso del 37,3% en los 90s al 49,2% en 2004 y sigue en ascenso.
Pero su rédito sigue siendo inferior al hombre debido al tipo de actividad: en 2004, ocupo el 93% de los puestos de servicio domestico, el 77% en educación, el 70 en servicios sociales y apenas un 30% en manufactura y servicios financieros.
Sin embargo también ese año las mujeres ejercieron el 40% de los cargos públicos nacionales de dirección, con igual sueldo que el hombre. En 2005, sobre un total de 24.000 cargos, el 49% eran mujeres; y de los 908 puestos ejecutivos, ocuparon el 36%. Respecto de su participación en cargos electivos, en 2005 el 35,3% de las bancas legislativas nacionales estuvo a cargo de mujeres, en 2004 presidieron 13 comisiones en la cámara de diputados y 12 en la de senadores, frente a 9 y 3, en 2000.

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